La compañía chubutense incorpora los buques Merluan y Barlovento en reemplazo de los permisos del Cristina Antonia, el Carmen A, el Ceferino Namuncurá y el San Giuseppe II. La inversión supera los 300 millones de pesos.
El astillero local SPI botó entre este lunes y martes dos nuevos buques costeros: “Merluan” y “Barlovento”. Ambas ceremonias fueron de carácter íntimo debido a las restricciones que impone la pandemia por coronavirus.
La primera de las unidades fue bajada el lunes por la tarde; mientras que este martes fue el turno de la segunda. Las dos maniobras se realizaron desde el syncrolift que el astillero posee en banquina chica con una mínima concurrencia.
Las embarcaciones presentan idénticas características, con 20,9 metros de eslora y casco de acero. Sus construcciones fueron ordenadas por Semaloma S.A, firma ligada a Pesquera San Isidro para operar sobre langostino desde el puerto de Rawson.
Reemplazarán al “Carmen A” y al “San Giuseppe II”, a los cuales se sumaron dos permisos, el del “Ceferino Namuncura” y el del “Cristina Antonia”, para reunir el tonelaje de captura proyectado “Cada barco tiene capacidad para 1.200 cajones”, le explicó el gerente general de San Isidro, Damián Santos, a Pescare.com.ar.
Objetivos del proyecto
“El diseño (responsabilidad de un estudio europeo y SPI) responde a cuatro objetivos marcados: seguridad en la navegación, eficiencia energética, calidad del producto y capacidad de pesca”, agregó el dirigente empresario.
En esa dirección, destacan camarotes por debajo de la línea de flotación, con lo cual en caso de emergencia todas las salidas están situadas arriba de la cubierta principal y son de fácil acceso, junto a un pañol para almacenar cajones.
“Para llevar adelante la construcción se requirió del trabajo en conjunto de las diferentes áreas de la empresa, involucrando a más de 100 personas y 12 meses de trabajo”, especificó la presidenta y CEO de SPI, Sandra Cipolla.