El buque fresquero Wiron IV inició ayer su primera marea desde el puerto de Mar del Plata luego de una profunda renovación y puesta en valor que demandó una inversión que supera los 700 mil dólares.

Ahora en manos de la empresa armadora de Guillermo Soldini, en sociedad con Hugo Obregozo, ingeniero naval que presta servicio de reparaciones navales en Necochea, el barco que fuera del Grupo Caputo luce renovado a nuevo.

“Creemos que es un barco que vale la pena, por eso nos metimos de lleno a recuperarlo en estos meses donde se recorrió todo el casco y luego nos abocamos a la reparación de los motores, el principal y los auxiliares, carpintería, electricidad, electrónica y los equipos de frío. Lo dejamos como nuevo y estamos con muchas expectativas. Es un casco noruego, un barcazo que nos puede dar muchas satisfacciones”, contó Soldini ante la consulta de este medio.

El armador es propietario del San Matías, un fresquero que opera a merluza y también a langostino durante la zafra en aguas nacionales. “Me achiqué un poco tras la venta del Madre Divina y el Lucía Luisa y ahora me centraré en la merluza y especies pelágicas desde Mar del Plata donde se necesita una mayor presencia”, remarcó el empresario.

Si ben en los registros del Consorcio Portuario el Wiron IV aparecía en la lista de barcos inactivos que hacía al menos un año no salían a pescar, con su último ingreso a puerto en noviembre de 2012, el armador asegura que en 2019 intentó reanudar su actividad pero no alcanzó a completar la marea por la rotura del motor.

La falta de explotación de cuota durante tres años consecutivos implica la pérdida de ese activo para la empresa, según establece el Régimen Federal de Cuotas. El Wiron IV pudo conservarla a partir de una resolución transitoria del CFP en 2019 que permite a los buques inactivos, con solicitud de justificación presentada en tiempo y forma pendiente de resolución, volver a operar en el plazo allí fijado. Si cumple con estas condiciones de inactividad comercial también queda justificada la falta de explotación.

“Salió a esa marea de 2019 y se le rompió el motor. La inactividad esta justificada. Por eso nos animamos con esta inversión genuina de nosotros; estamos haciendo una apuesta grande porque el barco lo vale”, reiteró.

El buque tiene una eslora de 39,91 metros y una manga de 8,5 metros para almacenar 5 mil cajones en bodega. Si bien podría pescar langostino, la idea de los armadores es que opere todo el año desde Mar del Plata. “Vamos a pescar merluza, caballa, anchoíta, materia prima para que se procese en las fábricas del puerto. Operamos con otros barcos al langostino y creo que estamos llegando a un límite. Preferimos enfocarnos en la merluza”, aseguró Soldini.

fuente revista puerto