Con los fresqueros al langostino, se siente en tierra la falta de materia prima

En Mar del Plata bajó el nivel de actividad en las plantas que reprocesan pescado fresco que no alcanza a suplir la llegada de corvina ni el ingreso irregular de langostino desde la Patagonia. Pocas horas y pocos días a la semana es la norma general.


viernes, 25 junio de 2021

Son tiempos estos del inicio del invierno los más crudos para los trabajadores del pescado en Mar del Plata y no sólo desde lo climático. Con más de cincuenta barcos fresqueros pescando langostino y descargando en puertos patagónicos el acceso a la materia prima básica en los muelles locales, como es la merluza, se torna complicada para los frigoríficos sin barcos propios y repercute en el nivel de actividad de los obreros, que en el mejor de los casos deben conformarse con un garantizado que se ubica muy por debajo de la línea de pobreza.

Raúl Soria, delegado de Pesquera Sebastián Gaboto, contó que en la pyme controlada por “El Marisco” no trabajan desde el fin de la conciliación obligatoria que habilitó el Ministerio de Trabajo luego que reclamaran por más trabajo que justamente los sacara de la garantía.

“Después que terminamos ese período de diálogo no trabajamos más. Ni en lo que va de junio ni los últimos días de mayo. Seguimos viviendo con 28 mil pesos”, remarcó el trabajador.

El Marisco cuenta con barcos propios pero un par salieron a reparación en SPI y el otro fue a pescar langostino. “En junio nos convocó un par de horas para reprocesar unas pastillas de calamar congeladas. Nada más”, dijo el Delegado al tiempo que anticipó que harán una nueva asamblea para volver a marchar ante la falta de respuestas.

En La Nueva Arhehpez, sobre Champagnat, la situación comenzó a mejorar luego de un mes muy flojo que combinó mal tiempo con el reclamo de los gremios por las vacunas, y que achicó la disponibilidad de pescado fresco elevando sobre los 100 pesos el precio del kilo entero.

“Somos 130 trabajadores y esta semana venimos trabajando todos los días, pocas horas pero todos los días”, contó Juan Narváez, el presidente de la Cooperativa que se hizo cargo de la planta cuando el empresario chino Ho se retiró de la plaza. “El pescado es de Martínez, el cliente a quien le trabajamos desde hace unos años”, revela. Martínez es el hermano del arquero de la Selección Nacional y se dedica a la exportación de pescado.

El precio de la merluza se mantiene en esos mismos valores de hace un mes atrás: 75 pesos más IVA para exportación y 100 más IVA para mercado interno. “Se dispersaron un poquito más los barcos y vino bien. Sigue siendo complicado comprar, pero como bajó mucho la venta alcanza con el pescado que va entrando”, dijo Fernando Mellino de “27 de Noviembre”.

Los 250 obreros que trabajan en las dos plantas de Ardapez sobre calle Vértiz también sienten un bajón en el nivel de producción.  “Las últimas dos semanas trabajamos nada, casi… Recién está semana está entrando bastante corvina. Debe ser de Lavalle porque viene con barro”, dijo Ariel, uno de los delegados, que hacen mayormente banquina y especies enteras. “La corvina es bastante chica”, reveló.

Mariano González, gerente de Cafrexport, reconoció que si bien puede haber un mayor nivel de actividad este año “se explica por la profunda parálisis del año pasado”.

Más allá de los números globales de la pesca, que no son malos, el dirigente pidió que se analice sectorialmente a cada estrato de la industria. “Algunos no lo pasan tan bien y las pequeñas y medianas empresas están complicadas en la rentabilidad porque la estructura de costos subió mucho”, remarcó.

Leandro Scampitelli, de Lucrino Mare, cuenta que el nivel de actividad en tierra cayó bastante. “Hay algo de corvina que está entrando y algunos hacen langostino del sur pero ahora se cortó un poco porque cerraron varias zonas de pesca”.

El industrial reconoce un incremento tibio de las ventas. “Veníamos mal, parados, pero con las aperturas en CABA y AMBA hay algo más de movimiento. Igual subió mucho la merluza entera y los números presionan para arriba”.

En Lucrino el año pasado reprocesaron mucho calamar pero esta temporada el fresco se cortó rápido. “Hasta hace un mes atrás venía calamar fresco pero se cortó. Estamos haciendo reproceso de calamar de a bordo. Este año no hubo ni un 30 por ciento de lo que hubo el año pasado”, acota.

Roberto Paredes, de Apolo Fish, contó que el nivel de actividad aflojó en estas últimas semanas. En el frigorífico trabajan obreros registrados bajo convenio y también en cooperativa. Hacen fasón de pescado entero y langostino que viene del sur.

“A nadie se le ocurre pedir que traigan algo de lo que pescan en el sur para reprocesar en Mar del Plata. Si sigue así cada vez resultará menos negocio trabajar valor agregado en tierra con personal bajo relación de dependencia”, subrayó.

La inactividad también afecta a obreros de empresas integradas como los de Solimeno. El armador tiene 3 barcos en el fresco: Promac, Ur Ertza y Virgen María. El Promac lo armaron para langostino y quedan los dos fresqueros grandes. “Hubo casos de covid en el Ur Ertza y el Virgen quedó con poco cupo por lo que estuvieron parados algunos días”, contó uno de sus trabajadores.

“Nos descongelan calamar para el reproceso pero no fue una gran semana, estuvo flojo el trabajo”, amplió el obrero de MDQ Juan B Justo, una de las pymes del Grupo donde trabajan setenta obreros entre fileteros, peones y envasadoras.

El invierno acaba de comenzar y los obreros del pescado en Mar del Plata aguardan por mayor cantidad de pescado entero cuando se abra la Bahía y comiencen a crecer las descargas de corvina, sostenerse con la poca merluza disponible y poder ganar horas con el langostino cuando se restablezca el aporte de los fresqueros.

Fuente revista puerto

Por Roberto garrone

 

 

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