Tras 21 horas de debate, la Cámara de Diputados aprobó en general la Ley de bases y puntos de partida para la libertad de los argentinos. Cerca de las 9 de la mañana, el proyecto reunió 106 votos a favor, 106 en contra y cinco abstenciones.  El acompañamiento del grueso de los bloques dialoguistas fue clave para la aprobación en general.

Saldada la primera instancia, el gobierno de Javier Milei se ilusiona con tener un resultado favorable al momento de la votación en particular, para que el texto, junto con el Paquete fiscal que se votará por la tarde, sea girado al Senado.

La sesión se puso en marcha cerca de las 12.30 de ayer. Luego de un acalorado debate en torno a la dinámica que cobraría la maratónica sesión, finalmente, se impuso la propuesta libertaria.

Esta fue que los discursos de los más de 130 diputados que se anotaron para hablar, pronunciaran un único discurso aludiendo a ambos proyectos. En el medio hubo gritos y chicanas. La diputada radical, Karina Banfi, pidió rivotril para Carolina Gaillard, de UP, cuando esta pedía a los gritos que el desarrollo de la sesión se votara por medios electrónicos.

Tras 20 horas de discurso, a favor y en contra del megaproyecto de Javier Milei, que pasó de tener 664 a 232 artículos desde su presentación en enero de este año, finalmente, el texto fue aprobado en general.

Además de los diputados libertarios, acompañaron con su voto los diputados del PRO, Innovación Federal, Independencia -el bloque que se escindió de Unión por la Patria en el marco en el marco de la Ley bases I. También levantó su mano el grueso de Hacemos Coalición Federal que conduce Miguel Ángel Pichetto, salvo los socialistas y la cordobesa Natalia de la Sota, que votaron en contra.

Tal cual se esperaba, también rechazaron de plano la ley Unión por la Patria y la Izquierda.

En tanto, las abstenciones fueron de los cuatro radicales de la UCR Marcela Coli, Fernando Carbajal, Pablo Juliano y Facundo Manes. La quinta abstención fue de la «lilita» Mónica Frade.

Artículo en duda

Mientras los discursos se pronunciaban, y en las inmediaciones del Congreso se desplegaba un operativo de seguridad, las dudas en los pasillos del Congreso giran en torno al artículo 3 de la mega ley.

En concreto, el artículo que se ubica dentro del capítulo de reformas del Estado habilita al Poder Ejecutivo, entre otras cosas, a disolver órganos, organismos de la administración central o descentralizada.

Luego de negociaciones con los dialoguistas se incorporó un listado de organismos que quedarían exceptuados. Entre ellos, la Anmat, el Incaa y el Conicet. Así, los libertarios cedían en el capítulo que en el debate de la «Ley bases I», allá por febrero de este año, fue el principio del fin.

Fue en medio de la votación en particular de los incisos de ese tramo que el asesor todoterreno del presidente Javier Milei, Santiago Caputo, anunció en el bajo recinto de la Cámara, que el proyecto volvía a comisión. Es que el grueso del capítulo ya se había caído a pedazos.

De todas maneras, entrada la sesión, seguían las dudas. Estaba la opción de que el oficialismo acceda a modificar la redacción de la letra chica. De lo contrario, el artículo corría peligro de ser volteado al momento de la votación en particular.

Fuente el Cronista