Después de varias amenazas de paros y controversias con la manera de aplicar el 60% firmado con marineros, la cámara patronal y el gremio del pescado definieron el reajuste para los obreros bajo el convenio colectivo 161/75. Se adelanta el 10% a diciembre y se mantiene el esquema del retroactivo. Todo es no remunerativo.

El acta, que lleva la firma de Fernando Rivera y Cristina Ledesma, respectivamente presidente de la cámara patronal y secretaria General del sindicato, básicamente contiene el mismo esquema que se aplicó la semana pasada con los marineros del SiMaPe.

El reajuste implica una recomposición del 20% retroactivo a septiembre, que se abonará el 25 de noviembre, un 15% en octubre, que se abonará con la segunda quincena de noviembre, un 15% en noviembre y un 10% en diciembre.

Con el reajuste del 45% que habían firmado las partes en el primer tramo del año, la actualización de los ingresos de los trabajadores del pescado alcanzará el 105% en diez meses. Se espera que el mismo esquema lo repliquen las cooperativas de trabajo al momento de actualizar sus servicios de mano de obra a los frigoríficos.

Todos los importes se establecen como sumas no remunerativas, aunque el acta establece que serán tenidos en cuenta para la liquidación de los siguientes rubros:  equipo, adicional (ex bonos), asignación de emergencia, refrigerio, vacaciones anuales, aguinaldo, feriados nacionales, antigüedad, enfermedad y accidentes.

Adelantar la cuota de enero a diciembre es una de las diferencias distintivas con el acuerdo de los marineros. En las largas negociaciones que transcurrieron en la mañana de ayer en la sede de CaIPA, Ledesma y sus allegados intentaron adelantar el retroactivo de septiembre y octubre en una sola cuota para la próxima semana.

Desde la patronal se mantuvieron firmes y el esquema no se movió más de lo que habían aceptado. Entregarle al gremio todo el reajuste dentro del 2022 para que impacte en su totalidad en el aguinaldo de fin de año.

El acuerdo mantiene la figura del “incremento mínimo no remunerativo” el cual no podrá ser inferior a los 20 mil pesos mensuales y se mantendrá vigente de manera mensual hasta la finalización del acuerdo.

Esa cifra venía del primer reajuste del año y la intención del gremio también fue actualizarlo, aunque no hubo eco. En caso de que, por producción u horas de trabajo, no se alcance a ese valor de 20 mil pesos, las empresas deberán abonar el faltante que pudiera corresponder.

La oferta de adelantar el último tramo de enero a diciembre fue puesta a consideración del Cuerpo de Delegados en la mañana del lunes. Apenas fue un trámite: la oferta fue aceptada.

Con el aval de los trabajadores, la conducción del sindicato acudió a reunirse a la sede patronal con la nueva demanda: conseguir el retroactivo antes que los marineros. El pedido no prosperó.

Ahora le queda al gremio resolver la negociación paritaria con la Cámara de Industriales del Pescado, que agrupa a las fábricas conserveras. En estos días no hubo contactos porque en el sindicato primero querían terminar de sellar el acuerdo con la rama del fresco, pero seguramente se firmará en los próximos días.

Fuente Revista puerto