La medida rige hasta el 31 de diciembre de 2024.
Mediante una nota dirigida al subsecretario de Recursos Acuáticos y Pesca de la Nación, Juan Antonio López Cazorla, el referente de la cartera de Pesca de Santa Cruz, Harold Bark informó la decisión de la provincia santacruceña de no permitir la captura comercial de langostino en aguas jurisdiccionales del golfo San Jorge.
La decisión fue tomada en el marco de la Resolución CFP 07/2018 «Medidas de Manejo y Administración de la Pesquería de Langostino», donde las provincias de Chubut y de Santa Cruz se comprometían a no permitir la captura de la especie langostino en todo el Golfo San Jorge por el plazo de un año y hasta por un período de cinco años, compromiso cuya continuidad debía ser comunicada en forma expresa a la Autoridad de Aplicación antes del 1° de diciembre del año previo.
Si bien la decisión de refrendar el acuerdo venía con demora, este lunes Bark apurado por recibir el cupo social de las 3.800 toneladas de langostino que otorgaba el CFP por mantener cerrado el golfo, decidió enviar una nota a Cazorla informando que se mantenía hasta el 31 de diciembre de 2024 el acuerdo rubricado en mayo del 2018.
“…Deseo informarle que Provincia de Santa Cruz reafirma su compromiso de no autorizar el ingreso de ningún buque pesquero de la flota comercial para realizar actividades en aguas del Golfo San Jorge, bajo jurisdicción provincial, con respecto a la especie langostino (Pleoticus muelleri) hasta el 31 de diciembre de 2024. Esta medida excluye a aquellos buques dedicados a campañas de investigación científica, los cuales podrán operar previa aprobación del Plan de Campaña, por parte del Consejo Federal Pesquero», señala la nota elevada a Cazorla a la que este medio tuvo acceso.
Cabe acotar que Bark, molesto con la falta de actividad en el puerto deseadense, había amenazado con abrir el golfo San Jorge para que se pesquen 40 mil toneladas de langostino.
Así las cosas, la semana pasada en una radio de Río Gallegos el funcionario sacó cuentas al aire y dijo que si abría el golfo, «Nación perdía 250 toneladas de langostino, pero quedaban 40 toneladas para la provincia que podrían pescarse para dar trabajo a la gente», pero al parecer ninguna empresa se mostró interesada en irrumpir en ese espejo de agua.