«Desde fines de 2023 e inicios de 2024, la dirección que tomó la política comercial externa fue clara: desburocratización, agilización del comercio exterior y una mayor apertura», sostuvo Agustina Centeno, asesora en comercio internacional en la conversación con Diego Bercholc, durante el programa «2025: La Hora de la Apertura», del ciclo GlobalPorts Economía&CoMex.

Agustina Centeno, analizó las medidas implementadas por el gobierno para facilitar las importaciones y agilizar el comercio exterior argentino, destacando el impacto de los cambios normativos en la actividad importadora.
Un giro en la política de comercio exterior
Bercholc abrió la conversación con Agustina Centeno señalando la transformación que se está dando en el comercio exterior argentino: «Semana tras semana, el gobierno lanza nuevas medidas con la idea de bajar costos y reducir impuestos. ¿Son realmente efectivas estas modificaciones? ¿Qué impacto pueden tener en la realidad?», preguntó.
Centeno explicó que, tras años de restricciones severas, el 2024 marcó un cambio de rumbo en la gestión del comercio exterior. «El año pasado vimos un desmantelamiento de muchas regulaciones que habían complicado la operatoria de importación. Se eliminaron el CEF, el RUMP, varias reglamentaciones técnicas y el canal rojo obligatorio para bienes con medidas antidumping. Todo esto impactó en la reducción de costos y en la previsibilidad del comercio» explicó.
Sin embargo, advirtió que el camino aún no está completamente despejado: «Las medidas van en la misma dirección y han sido bien recibidas, pero todavía hay muchas deudas pendientes con el sector importador. En algunos casos, las modificaciones se anuncian con mucha expectativa, pero su impacto real aún deja un sabor a poco».
Régimen simplificado de importación y courier
Uno de los temas que generó mayor interés en las últimas semanas fue la modificación del régimen simplificado de importación y courier, un mecanismo que permite el ingreso de mercadería con menores trámites. «Este régimen siempre fue muy utilizado por las pymes, por empresas que necesitan traer insumos y repuestos de manera rápida, y también por emprendedores y consumidores particulares», explicó Centeno.
Los cambios más importantes que describió la especialista fueron:
- Aumento del límite de importación: Se elevó el tope de 1.000 a 3.000 dólares por envío, restableciendo un límite que ya existía en el pasado.
- Modificación del peso máximo permitido: Antes, el régimen imponía un límite estricto de 50 kg por envío. Ahora, se permite superar ese peso, siempre que el valor total no exceda los 3.000 dólares.
- Nueva franquicia para pequeños envíos: Hasta 400 dólares, no se pagan derechos de importación ni tasa estadística, solo el IVA. A partir de ese monto, se aplica un esquema proporcional de impuestos.
«Estos cambios han hecho que el régimen de courier sea más comprensible y más aprovechable para empresas y usuarios. Antes, muchos importadores se encontraban con trabas imprevistas en Aduana, y hoy la operatoria es mucho más fluida», señaló Centeno.
Medidas antidumping: ¿hacia una mayor transparencia?
Otro de los cambios relevantes en el comercio exterior fue la modificación en el régimen de investigaciones antidumping, que regula la protección a la producción local frente a la competencia desleal de productos importados.
«El principal cambio fue en los plazos de vigencia. Antes, las medidas antidumping duraban 5 años y podían prorrogarse indefinidamente. Ahora, se reducen a un máximo de 3 años, con una única revisión por 2 años más», explicó Centeno.
Además, se introdujeron modificaciones en los tiempos administrativos, reduciendo el proceso de investigación de 18 a 8 meses y centralizando las solicitudes en la Comisión Nacional de Comercio Exterior.
«Esto es importante porque muchas medidas antidumping venían aplicándose desde hace años sin una revisión real. Algunas ya parecían institucionalizadas, y con estos cambios se busca evitar que se conviertan en herramientas discrecionales», indicó la especialista.
Sin embargo, advirtió que el proceso sigue siendo largo y burocrático: «Las investigaciones requieren mucha documentación y en algunos casos información confidencial de proveedores o socios comerciales en el exterior. El hecho de que ahora las medidas tengan un plazo más corto puede desalentar ciertos reclamos, lo que en sí mismo es un cambio de enfoque».
Flexibilización en la importación de alimentos
Otro de los anuncios recientes fue la modificación del Código Alimentario Argentino, que desregula ciertos certificados exigidos para la importación de alimentos desde países con altos estándares sanitarios. «Argentina tenía una deuda pendiente en materia de homologación de normas sanitarias. Mientras otros países reconocen certificaciones internacionales, acá muchas veces se exigían inspecciones adicionales que encarecían la importación», explicó Centeno.
Con la nueva normativa, se facilita la importación de productos alimenticios desde Estados Unidos, la Unión Europea, Japón, Israel, Australia y Suiza, entre otros. «Si un producto proviene de estos países y cumple con sus regulaciones sanitarias, ahora se puede importar sin necesidad de registrarlo en el Código Alimentario Argentino. Esto simplifica enormemente la operatoria para los importadores».
No obstante, Centeno aclaró que no se trata de una liberalización total, como algunos medios informaron: «No es que ahora se puede importar cualquier alimento sin controles. La medida solo aplica a un listado de países con normativas equivalentes a las de Argentina. A veces hay que leer con más detalle los anuncios, porque pueden generar interpretaciones erróneas».
Con este análisis, GlobalPorts Economía&CoMex cerró su primer programa del año, repasando los cambios clave en el comercio exterior y los desafíos que enfrenta Argentina en su apertura comercial. Al despedirse, Diego Bercholc invitó a la audiencia a seguir conectada a GlobalPorts Canal para continuar informándose sobre las últimas novedades del sector.
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