La polémica iniciada por la actividad petrolera torna necesario generar un espacio serio, responsable y profesional que permita desarrollar un plan director capaz de lograr que el puerto se reinvente y pueda salir del estancamiento, dejando de lado mezquindades e intereses personales.
Por Juan Carlos Donato (*) Especial para Argenports.com
(*) Ex Coordinador de Puertos de la Subsecretaría de Puertos y Vías Navegables de la Nación. Diplomado en Administración de Terminales Portuarias y Vías Navegables- (Universidad ITBA de Buenos Aires).
Entre 2017 y 2019 el Estado licitó 18 áreas para la exploración de petróleo en aguas nacionales.
Las principales se concentran en las cuencas sedimentarias “Malvinas Oeste” y “Argentina Norte”, y es dentro de esta última donde se encuentra el bloque conocido como “CAN 100” que comprende unos 15.000 km2 y está ubicado frente a las costas de Mar del Plata.
Al conocerse esta novedad en forma inmediata comenzó un movimiento opositor liderado por el sector pesquero y las organizaciones ambientalistas.
El viernes 29, salí del puerto por el acceso peatonal y tres personas con pancartas que expresaban su rechazo a la instalación de plataformas petroleras para evitar el desastre ambiental que estas van generar.
Un señor que agitaba un cartel alertando la desaparición del recurso pesquero me detuvo, muy amablemente, invitándome a sumarme a la lucha mientras ponía en mi mano un volante que invita a resistir.
–¿A quién representan?, pregunté.
–A la Asamblea por un Mar Libre de Petroleras–, respondió sin más explicaciones, y se fue raudamente tras los pasos de un técnico naval que salió a mi lado.
Debo decir que este tipo de manifestaciones son cada vez más frecuentes, como las convocatorias a reuniones o encuentros por distintas plataformas de videoconferencia.
La Audiencia Pública realizada el 1° de julio, donde participaron 400 personas durante los tres días que duró la misma, dejó muy pocos aportes en un marco de notable ánimo obstruccionista.
Repasando por la web estos encuentros, he notado la ausencia de la actividad portuaria, me incluyo, siendo que los puertos son el primer eslabón de la cadena de distribución.
Creo que ha llegado la hora que los trabajadores, profesionales y empresarios del sector portuario empecemos a decirle a la sociedad lo que pensamos, contribuir con nuestros conocimientos, estudiando en profundidad causas y efectos de desarrollar la actividad petrolera, que estoy en condiciones de manifestar la necesidad imperiosa de nuestro puerto en generar empleo genuino y de calidad, sino la ciudad de Mar del Plata en su conjunto.
Es necesario hacer un resumen de lo que plantean los sectores que se oponen al desarrollo de la exploración y explotación petrolera off shore (costa afuera), antes de expresar mi opinión al respecto.
Veamos entonces algunas reflexiones de los actores antes mencionados:
La industria pesquera a través de sus cámaras empresarias o profesionales de la actividad (en realidad los operadores de siempre) que gritan a viva voz su preocupación por los efectos ambientales que traerá la explotación de hidrocarburos, poniendo en peligro de extinción el recurso pesquero en el Atlántico sur.
Dicen que no se oponen de manera terminante al desarrollo de dicha actividad, pero exigen que se establezcan “reglas claras y muy estrictas” antes de que se otorgue cualquier tipo de autorización.
Traducido: si no le otorgan ningún tipo de autorización mejor.
Asimismo argumentan que según estudios de investigación que han encargado, la exploración y la explotación petrolera en el mar nunca son inocuas. Siempre generan impactos en el ecosistema, no sólo de la vida marina, sino que también a las personas que dependen de ella, afirman con vehemencia y poca exhibición de esos trabajos investigativos que citan.
En 2019 la Cámara de Empresas Pesqueras (CEPA) elaboró un informe (no trabajo de investigación) acerca del impacto de las exploraciones sísmicas en peces e invertebrados donde advierte que el ruido por la exploración y extracción de petróleo y gas, sonares, dragado y construcción de dispositivos causa, entre otras, las siguientes consecuencias ecológicas:
— Los principales efectos del ruido sobre los organismos marinos son:
— Daño de tejidos.
— Pérdida del rango auditivo.
— Modificación del comportamiento (dispersión, esparcimiento).
— Interrupción del ciclo reproductivo.
— Muerte.
Por último indican que el sonido en el agua viaja hasta 4,5 veces más rápido, se ve menos afectado por las condiciones ambientales (profundidad, temperatura) y la audición es el principal proporcionador de sentido de la distancia para peces e invertebrados. Cabe destacar que algunos especialistas en actividades marinas desconocen esta afirmación.
Hay que decir que los ambientalistas se hacen escuchar en la prensa y con sus marchas, nada multitudinarias por cierto, pero muy ruidosas y vandálicas a veces.
Recordemos que en julio algunos exacerbados manifestantes de agrupaciones radicalizadas derramaron pintura negra sobre las esculturas de los Lobos Marinos de Fioravanti en la Rambla Bristol, entre otros desmanes producidos.
Está claro que las actitudes de algunos no invalidan la lucha por un planeta más sano, que reivindican y que todos compartimos.
Sector donde se realizarán las prospecciones. Ilustración Greenpeace.
Coinciden con el sector pesquero en la preocupación por el riesgo de la desaparición del recurso, la degradación de nuestras fuentes de alimento para esta y las siguientes generaciones.
Para Mar del Plata pronostican la destrucción de sus costas. Afirman que el turismo dejará de venir por los derrames de petróleo que, inexorablemente, se producirán, ya que la posibilidad es del 100%, justifican.
También refieren al impacto sobre la biodiversidad marina que generarán condiciones insalubres de vida y perdidas económicas millonarias. Es decir, todas generalidades que deberán respaldar científicamente para no caer en títulos alarmistas.
No estoy en condiciones de hablar por la actividad portuaria, pero recorro diariamente los muelles de nuestro puerto y mantengo encuentros frecuentes con empresarios, gremios y profesionales y escucho con atención sus posturas.
Me atrevo a decir que reina la preocupación porque este puerto tiene cada vez menos actividad productiva, el recurso está más lejos y por ende las grandes empresas ya están haciendo sus inversiones en puertos patagónicos.
El procesamiento de pescado en tierra perdió en los últimos 5 años casi 1.000 puestos de empleo y las únicas actividades que aquí se desarrollan además de la pesca, son la Industria Naval y la Terminal de Contenedores que viene creciendo, pero con lentitud debido a deficiencias de la infraestructura portuaria producto de falta de inversiones.
Hace años que venimos reclamando un cambio de matriz productiva, decimos PUERTO MULTIPROPOSITO DE CARGAS Y MULTIMODAL DE TRANSPORTE para absorber los puestos de empleo que se pierden y expandir la influencia de la industria portuaria en beneficio del conjunto.
En el inicio de los 80 el puerto representó el 52% de la economía real de la ciudad; hoy no supera el 25%.
Hay que decir claramente que el puerto no va recibir barcos con petróleo, será una posta de almacenamiento para la plataforma que con buques supply que transportará materiales, equipos y personal.
Es decir se abre un esquema de prestaciones de servicios muy importante que demandará empleo y aportará recursos para la administración portuaria.
Además, no entiendo esta férrea oposición del sector pesquero que, sin ánimo de confrontar, diré que si tanto les preocupa la cuestión ambiental ¿por qué no se ocupan de sacar y desguazar las 40 embarcaciones pesqueras abandonadas?
Muchos de los que ahora se muestran tan inquietos e intranquilos por la posibilidad de traer la actividad petrolera a nuestro puerto, nunca se pensaron siquiera en encargar un estudio de impacto ambiental para mitigar el daños que produce ese cementerio de barcos, porque, creo yo, son conscientes que serían escandalosos los resultados.
Entonces por qué no generar un espacio serio, responsable y profesional que permita hacer un plan director y poder reinventarnos para salir de este estancamiento y retroceso en el que esta nuestro puerto y dejar las mezquindades e intereses personales a un lado para el beneficio colectivo.
Los que conocemos y estudiamos experiencias similares en otros países hemos visto como algunos puertos cambiaron su matriz productiva generando inversiones y empleo, como el Puerto de Bremerhaven en Alemania que fue el puerto pesquero más importante de la región hasta que en los 90 se vio obligado a reconvertirse y hoy ostenta un crecimiento sin igual al haber incorporado actividades de contenedores, automóviles y energéticas.
Otro ejemplo que no puedo dejar de mencionar es el acuerdo que firmaron en febrero los puertos de Corpus Christi – Texas – EE. UU. (Puerta de exportación de energía más grande de Norteamérica) y el puerto de Rotterdam en Países Bajos, el industrial de alta mar más importante de Europa.
Rotterdam necesita incorporar la actividad energética para expandirse y sin dudarlo fueron a buscar como socio estratégico a un líder global energético como es Corpus Christi, referente en la aplicación de innovaciones tecnológicas pioneras en reducción de huella de carbono.
Si ellos lo hicieron, ¿por qué nosotros que tenemos el puerto marítimo de ultramar más importante de la región no podemos? Estamos en una galería de vanidades, de la que debemos salir más temprano que tarde.
Para finalizar, quisiera reflejar que el Estado argentino está apostando a desarrollar fuertemente este sector porque visualiza que la escasez de gas en Europa es una oportunidad para nuestro país.
Ayer leía en un prestigioso portal internacional la peregrinación por Argelia de ministra de Transición Ecológica de España, Teresa Ribera, buscando comprar gas con resultados negativos.
Por todo esto el 15 de septiembre el presidente Alberto Fernández presentó el proyecto de Ley de “Promoción de Inversiones Hidrocarburíferas y en ese marco, también se manifestó a favor la extracción offshore y dijo: “hay que reglamentar mejor y establecer las condiciones offshore que le van a permitir a Buenos Aires ser una provincia petrolera que es lo único que le falta”.
“La provincia de Buenos Aires tiene todo el refinamiento pero le falta sacar petróleo y estamos viendo si cerca de las costas atlánticas hay la posibilidad de sacar petróleo offshore”, agregó.
Finalmente abrigo la esperanza que la comunidad portuaria marplatense no desperdicie la oportunidad de reconvertir este puerto y encaminarlo hacia un hub logístico que, por posicionamiento cercano a aguas profundas y por historia, nos merecemos.