Luego de una larga discusión, desde el Soip anunciaron que se logró un acuerdo.
La Prefectura montó una represión en pleno barrio del Puerto de Mar del Plata ante un nuevo conflicto que estalló este viernes por un reclamo de trabajadores de una planta procesadora de pescado administrada por Fishing Mart S.A. que exigían que el dueño les pagara el aumento salarial acordado para el sector.
La conflictividad va en ascenso en el sector que comprende a los trabajadores de tierra del Puerto de Mar del Plata, y al cierre de plantas con cientos de trabajadores precarizados o registrados en la calle o a la deriva con plena incertidumbre, se sumó este viernes un reclamo de unos 80 empleados de la cooperativa Cañamar que tiene su planta en la zona de Figueroa Alcorta y San Salvador.
Sin embargo, la protesta se vio sucedida por un amplio y poco habitual operativo de Prefectura, con amenazas de desalojar la manifestación. En el lugar junto con la fuerza de seguridad estuvo el ex funcionario municipal y hoy integrante del Ministerio de Seguridad Nacional, Gustavo Jara.
“Liberen el acceso”, pidió Prefectura por megáfono pasadas las 14 con el grupo “antidisturbios” formado en una de las esquinas y dio un plazo de algunos minutos antes de “avanzar para liberar el acceso” ya que los empresarios reclamaban que pudiera salir un camión.
En ese momento, los referentes de la empresa que estaban en el lugar frenaron ese avance y empezaron conversaciones con representantes de los trabajadores.
Sin embargo, y mientras dos delegados de los trabajadores y empresarios habían empezado a negociar, la Prefectura de todos modos avanzó sobre la protesta, tiró gases lacrimógenos y algunas postas de goma, lo cual provocó que dos mujeres se descompensaran en plena calle, sin ningún tipo de asistencia medica de emergencias, que llegó varios minutos después con una ambulancia del SAME que las trasladó al hospital.
Momentos más tarde llegó al lugar la secretaria general del SOIP, Cristina Ledesma; el delegado regional del Ministerio de Trabajo bonaerense, Raúl Calamante, y referentes de la CGT Mar del Plata, como el también concejal (Unión por la Patria) Miguel Guglielmotti.
Mientras tanto, un camión que intentaban sacar los empresarios en medio de la protesta finalmente se retiró de la planta.
Y, alrededor de las 16, finalmente la dirigente Cristina Ledesma anunció haber llegado a un acuerdo: según explicó, el empresario se comprometió a pagar todo el aumento pero dejará de trabajar con mercadería congelada y solo se dedicara al fresco al argumentar que “no le es rentable” la exportación. La duda que quedó sobrevolando entre los trabajadores fue qué ocurrirá con aquellos que se desempeñan en esa área.
Tras los episodios de violencia protagonizados por la Prefectura, desde Consorcio Portuario Regional de Mar del Plata subrayaron que la planta está ubicada “en una zona de jurisdicción municipal” y, respecto a la represión, expresaron: “Estamos convencidos que para la resolución de este tipo de situaciones siempre deben primar el diálogo y el acuerdo”.
Antes de la represión, el conflicto se inició en torno a un acuerdo salarial firmado pro los empresarios de Mar del Plata que constó de un 11,8% de aumento, correspondiente a la inflación acumulada desde octubre a febrero, pero la empresa sostenía que aún no había sido homologado por el Ministerio de Trabajo y por lo tanto se negaba a pagarlo: en cambio, sólo pretendía empezar a abonar un 1% de manera mensual en línea con la devaluación del dólar que realiza mes a mes el gobierno nacional.
“Nos dio la palabra que cuando hubiera un papel firmado entre el sindicato y las cámaras nos iba a dar aumento. Otras empresas dijeron no iban a dar el total y él quiere hacer lo mismo, pero no vamos a permitir que nos toquen el bolsillo porque tenemos familias”, explicó uno de los trabajadores en diálogo con Qué digital en la previa de la represión.
Fuente que digital
(Fotos: Lucho Gargiulo / Qué digital)