Sandra Cipolla, presidenta de ABIN -Asociación Bonaerense de la Industria Naval-, analiza en la Revista IP las prioridades que la industria plantea al Gobierno de Javier Milei

Entre 2017 y 2019 el sector naval argentino recibió dos importantes impulsos: la Ley 27.418 de Promoción de la Industria Naval Argentina y la política de renovación de la flota pesquera, cuyo objetivo era alcanzar – en 2040 – una flota que no superase los 40 años de edad. Sin embargo, en su promulgación, dos de los principales artículos de la ley fueron vetados. En primer lugar, el relativo a la creación de un Fondo de Financiamiento de la Industria Naval Nacional (FODINN). En segundo, el establecimiento de un reintegro del 14 % en un bono fiscal a aplicarse ante la incorporación de bienes de capital. El potencial de la norma se vio reducido.

Desde entonces, las diferentes cámaras empresarias, sindicatos y colegios profesionales que conforman el sector naval argentino han trabajado de manera conjunta, logrando impulsar un documento de consenso con los principales aspectos de una futura agenda sectorial con el objetivo de lograr el desarrollo y crecimiento sostenible de la industria naval argentina de manera participativa y competitiva, la generación de nuevas fuentes de trabajo y la promoción del diseño, la ingeniería, la reparación, la transformación, el mantenimiento y la construcción por parte de la industria naval argentina de buques de diferentes segmentos.

Foto: IP

En este contexto, y gracias a la implementación de diversos instrumentos financieros y de seguridad jurídica para el sector pesquero, se acometieron diversos proyectos de modernización respaldados por una estrategia industrial de apoyo al naval que ahora, y tras la llegada de Javier Milei a la Casa Rosada, está en el aire.

“Tenemos muchas capacidades, un gran potencial. Pero Argentina es un país muy cambiante que no tiene una política estable en términos de industria, y menos en lo relacionado con el naval. Es un tema que no ha sido saldado”, explica a Industrias Pesqueras Sandra Cipolla, presidenta de ABIN (Asociación Bonaerense de la Industria Naval) y de SPI Astilleros, uno de los grandes referentes de la construcción naval del país. ABIN, que este año cumple 20 años de actividad, representa los intereses del sector naval de la provincia de Buenos Aires, donde se concentra el 80 % de la construcción naval del país. Son 45 socios, entre los que se encuentran 5 de los 10 grandes astilleros de la provincia, así como empresas de la industria auxiliar que, en alianza, aglutinan a toda la cadena de valor del sector.

Cipolla, con la que IP pudo tomar el pulso a la industria naval argentina con motivo de su visita a Navalia 2024, señala que el principal objetivo del sector es que se mantengan algunas de las medidas decretadas por el anterior Gobierno y se despeje el futuro del sector. “No es que haya cambiado el plan industrial, es que todavía no sabemos cuál es. Se ha producido un cambio de Gobierno, que apuesta por un cambio de 180 grados para ordenar la economía. El problema es que todavía no tenemos un plan de Gobierno y, por lo tanto, no sabemos cuál va a ser el programa industrial”, explica la presidenta de ABIN, que remarca algunas de las demandas de la industria: “Nos faltan políticas, no hay financiamiento ni incentivos, lo que hace que para nosotros el camino a trazar sea más largo”, indica. “El objetivo es desarrollarnos y poder mostrar todo el potencial que tenemos, que es mucho. En la Argentina realmente, la industria naval tiene capacidades instaladas muy importantes que se van a desarrollar en el futuro, pero con un acompañamiento de políticas claras”, indica.