Importante informe creado por greepeace donde sin filtros te cuenta todo sobre las actividades petroleras
Recordamos que el 30 de diciembre pasado el Ministerio de Ambiente de la Nación aprobó permisos de exploración sísmica y posterior a dicha resolución, se presentaron demandas, entre ellas la de Greenpeace y organizaciones sociales y ambientales que lograron suspender preventivamente dichos permisos, pero no de forma definitiva. Actualmente, hay 2 nuevos proyectos en proceso de Evaluación ambiental: Permiso de Perforación exploratoria Bloque CAN 100 Pozo Argerich 1 – propuesta por la empresa Equinor, y Relevamiento sísmico 3D Bloque CAN 102 – propuesta por YPF.
En esta nota desarrollamos nuestra respuesta a los argumentos más escuchados del lado de la industria petrolera y quienes apoyan el proyecto de exploración en el Mar Argentino
Según la Resolución SE Nro. 24/2004 “Normas para la presentación de informes de incidentes ambientales”, son las empresas operadoras las que denuncian ante la Secretaría de Energía los incidentes mayores, de acuerdo con la categorización que establece la citada norma.
Respecto a los incidentes categorizados como “menores”, queda a consideración de la empresa su declaración ante la Secretaria, pero no es obligatorio.
Es decir que los controles no los hará el Estado, sino que la misma empresa operadora. En definitiva, es como poner al zorro a cuidar del gallinero.
Los criterios para determinar si un incidente es mayor o menor, descritos en el anexo de la resolución indican que si un derrame es menor a 5m3 no debe ser informado. Es decir que si la empresa derrama 5000 litros de petróleo, simplemente queda un registro sin informar.
Estas iniciativas extractivas suelen presentarse como catalizadoras de empleo. Sin embargo, la experiencia de la extracción offshore en otros países del Sur indica que estos proyectos suelen crear empleos de corto plazo y para especialistas técnicos que no son locales, por lo que sus ventajas son mínimas.
Según la Evaluación de Impacto presentada por Equinor en su solicitud para el proyecto denominado ADQUISICIÓN SÍSMICA 2D-3D-4D OFF-SHORE EN BLOQUE CAN 108 -CAN 114, “el personal que requiere el presente proyecto amerita alta calificación, suma especialización en la actividad y experiencia; por lo cual, en su mayoría, corresponderá a personal extranjero con estas competencias. Representantes de Equinor, tanto de nacionalidad argentina como extranjeros, estarán a bordo del buque sísmico para la supervisión del trabajo y asegurar que las operaciones se lleven a cabo de acuerdo con los estándares de la empresa”. En relación al impacto en la economía local, la empresa lo considera leve.
Es el caso de Sudáfrica, la Operación Phakisa, lanzada por el gobierno nacional en 2014, es una iniciativa para la explotación de sus recursos marítimos. Uno de los ejes centrales es la explotación offshore para la exportación con la promesa de un aumento en los ingresos del país. Sin embargo, entre 2014 y 2019, se crearon solo un 13% de los puestos prometidos. La principal razón fue la falta de mano de obra calificada, dado que en la mayoría de los casos esta actividad requiere de técnicos especializados que no suelen vivir en los territorios donde operan. Dada la corta duración de los proyectos y los altos riesgos, las empresas suelen evitar invertir en formación laboral, por lo que los empleos generados suelen ser de baja calificación (1).
De acuerdo a estimaciones realizadas por Rystad Energy (2) , a partir de 2026, la demanda de petróleo descenderá considerablemente a nivel mundial. Continuar apostando al petróleo, es dirigir las inversiones hacia una industria que será obsoleta en el futuro cercano. Debemos realizar una transición rápida hacia las energías limpias.
(1) FARN. 2022. ¿La apertura de la última frontera extractiva de los fósiles?. Disponible en: https://farn.org.ar/wp-content/uploads/2022/01/DOC_OFFSHORE_links.pdf
(2) Estimaciones de Rystad: https://www.rystadenergy.com/newsevents/news/press-releases/slowing-down-as-electric-vehicles-accelerate-oil-demand-set-to-peak-at-101p6-million-bpd-in-2026/
Ver también: La economía del offshore, ¿un buen negocio?
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Aunque es necesario realizar más análisis científicos sobre la duración del papel “puente” del gas natural en sectores específicos, incluido el sector energético, los datos existentes son suficientes para descalificar el gas natural como puente viable.
El gas no es un “combustible puente”, dado que sigue siendo un combustible fósil, y para alcanzar el límite de calentamiento de 1,5˚C del Acuerdo de París, los gobiernos, los inversores y las instituciones financieras multilaterales deben tratarlo del mismo modo que al carbón: apuntar al gas para una rápida eliminación.
El gas natural fue la mayor fuente de aumento de las emisiones fósiles de CO2 (42%) en la década 2010 a 2019, es responsable de cerca del 60% de las emisiones de metano procedentes de la de combustibles fósiles, y cerca del 70% del aumento previsto de las emisiones de CO2 fósiles con las políticas actuales hasta 2030(1). El argumento de que el gas natural puede sustituir a las centrales eléctricas de carbón está obsoleto, ya que existen alternativas más limpias y baratas.
En las trayectorias compatibles con 1,5 °C, las reducciones de metano para 2030 se concentran en el sector del suministro de energía, donde la reducción de las emisiones se debe a la menor dependencia del gas natural para la producción de energía. La reducción de las emisiones de metano se debe a la reducción general del consumo de fósil para la energía, lo que permite mitigar tanto el CO2 como el CH4.
(1) Climate Analytics (2021). Why gas is the new coal. Disponible en: https://climateanalytics.org/media/gas_is_new_coal_nov_2021_1_1.pdf
No es cierto que Equinor no tenga antecedentes en accidentes ambientales. Solo en el último año, en abril de 2021, el regulador noruego de seguridad en alta mar (Autoridad de Seguridad del Petróleo PSA) calificó como “grave” un derrame de petróleo de la plataforma Gullfaks C de Equinor en el Mar del Norte.
Antes de ello y según información oficial suministrada por la propia empresa Equinor, durante los primeros tres meses del año 2021, se registraron dos fugas de gas, una en el campo Visund en el Mar del Norte y una fuga de hidrógeno en la refinería de Mongstad. Los datos consignados en la planilla adjunta(1) corresponden a los últimos 6 años (2016 – 2021) abarcando únicamente aquellos que involucran a la empresa Equinor, anteriormente conocida como Statoil.
Se trata de 85 eventos documentados. Los accidentes registrados, son los ocurridos en territorio de Noruega y Dinamarca. Sin embargo, esta empresa opera en más de 25 países, con lo cual, esto es sólo una parte de los incidentes que genera.
En Brasil, hubo 17 incidentes entre diciembre de 2014 y mayo de 2021, tales como eventos de derrame, escape o fugas de hidrocarburos o sustancias con presencia de los mismos, tales como: Aceites hidráulicos, petróleo crudo, fluido sintético de perforación o aguas oleosas.
El registro de IBAMA, el Instituto Brasileño del Medio Ambiente y de los Recursos Naturales Renovables, figuran un total de mil seiscientos cincuenta y seis accidentes ambientales provocados por la operación offshore en el país.
La realidad es que la explotación petrolera offshore nunca es segura para el océano y los ecosistemas marinos. Los derrames de petróleo y las fugas de gas son moneda corriente en este tipo de operaciones. Además, el proceso normal de perforación petrolífera en alta mar genera miles de litros de agua contaminada, conocidos como “lodos de perforación”, que contienen sustancias tóxicas como benceno, zinc, arsénico, materiales radiactivos y otros contaminantes. Además de los derrames de hidrocarburos, muchas veces estos residuos tóxicos también pueden ser liberados al mar impactando negativamente los ecosistemas, por su alto poder contaminante.
Además, en el caso de los bloques autorizados a Equinor de la cuenca Argentina Norte, el fondo marino está a unos 1.700 a 3.800 metros de profundidad, lo cual califica como offshore ultraprofundo, actividad nunca realizada en Argentina. A mayor profundidad del mar, mayores son los riesgos, las operaciones mucho más complejas, todo ello en un contexto bastante más exigente.
El contexto es la emergencia climática que estamos viviendo que cada vez recrudece más los fenómenos meteorológicos. Tras las tormentas con una fuerza sin precedentes, ¿cómo podemos estar tan seguros de que las nuevas plataformas serán capaces de soportar los vientos y las mareas asociadas a otra tormenta similar al huracán o peor? Ya sabemos que las plataformas actuales no son seguras ante tormentas poderosas. Esto se ilustró en el Golfo de México cuando tanto el huracán Katrina y el huracán Rita dañaron un total combinado de 113 plataformas y 457 oleoductos, y derramaron aproximadamente 750.000 galones de petróleo.
Este es un dato que ha estado circulando y uno de los principales motivos por los que se pretende avanzar con este proyecto. Aunque fuese información certera, de todas maneras no consideramos que se deba avanzar con este proyecto, por todos los impactos negativos que representa para el Mar Argentino, sus ecosistemas y comunidades costeras. Pero no es un dato real, y es importante ponerlo a la luz de la evidencia, porque no es aceptable que se manipule la voluntad popular con información falsa. Argentina produce 480.000 barriles diarios (1) en TODAS sus cuencas activas. Además, la empresa Equinor, para tener una referencia, produce 2 millones de barriles equivalentes diarios en todas sus operaciones en 30 países (2).