Un nuevo informe de las Naciones Unidas destaca la necesidad de adoptar medidas de ordenación más firmes
Roma – La sobrepesca en el Mediterráneo y Mar Negro ha disminuido de forma significativa en el último decenio, pero la explotación de la mayoría de especies comerciales dista mucho de ser sostenible, según un informe elaborado por la Comisión General de Pesca del Mediterráneo (CGPM) de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
En la última edición de El estado de la pesca en el Mediterráneo y el Mar Negro se concluyó que la explotación excesiva había disminuido en la región, sobre todo en el caso de especies fundamentales sujetas a planes de ordenación multilaterales. Sin embargo, el 73 % de las especies comerciales siguen estando sobreexplotadas y la presión pesquera, aunque es inferior que en el pasado, todavía duplica lo que se considera sostenible.
“En la Estrategia 2030, los miembros de la CGPM han fijado nuevas metas para hacer frente a este problema. Saben que es esencial invertir la tendencia a la disminución de los recursos acuáticos, como también lo es vincular los resultados de la rentabilidad y la sostenibilidad”, señaló el Sr. Miguel Bernal, Secretario Ejecutivo de la CGPM recientemente nombrado. “La nueva estrategia ofrece una ambiciosa visión y exige realizar esfuerzos colectivos más intensos que antes”.
En el informe bienal se constató que la producción en el sector pesquero había disminuido en torno a un 15 % desde 2020, debido en parte a la pandemia de la enfermedad por coronavirus (COVID-19), como también lo habían hecho los ingresos y los puestos de trabajo del sector.
La publicación del informe llega en un momento crucial en el que la comunidad internacional se prepara para participar en la 15.ª reunión de la Conferencia de las Partes en el Convenio sobre la Diversidad Biológica y preveía negociar un nuevo Marco mundial de la diversidad biológica, una oportunidad para poner de relieve la contribución significativa de la pesca a la conservación y la utilización sostenible de la biodiversidad.
El estado de la pesca en el Mediterráneo y el Mar Negro es la publicación principal de la CGPM, una organización regional de ordenación pesquera de la FAO. Gracias a la consolidación de las normas de calidad en los dos últimos años, el informe del presente año es el primero en el que se analizan las tendencias en el sector pesquero a nivel regional.
La pesca sostenible requiere una ordenación eficaz
Aunque la mayoría de las principales especies comerciales siguen sin ser explotadas de manera sostenible, casi todas muestran una disminución de la presión pesquera a niveles por debajo del promedio regional, según se recoge en el informe.
Las poblaciones de merluza europea en el Mediterráneo, rodaballo en el Mar Negro y lenguado común en el Mar Adriático, que están sujetas a uno o más planes de ordenación, registraron una notable reducción en la sobrepesca y algunas de estas especies ya mostraron indicios de recuperación de la biomasa.
La CGPM ha implementado 10 planes plurianuales de ordenación pesquera dirigidos a poblaciones prioritarias, que abarcaban casi 7 000 embarcaciones. Ha establecido asimismo 10 zonas de acceso restringido de pesca que están ayudando a reducir la explotación y mejorar la conservación de las poblaciones y los ecosistemas de aguas profundas en más de 1,7 millones de kilómetros cuadrados del Mediterráneo y Mar Negro.
El Sr. Manuel Barange, Director de la División de Pesca y Acuicultura de la FAO, dijo que el informe sobre El estado de la pesca en el Mediterráneo y el Mar Negro ponía de relieve los desafíos que planteaba garantizar la sostenibilidad en esta región fundamental.
“El Mediterráneo y Mar Negro es una de las regiones pesqueras más sobreexplotadas del mundo, pero en la que se ha observado un firme compromiso en los últimos años de gestionar los recursos de manera eficaz”, declaró el Sr. Barange.
“Una transformación azul del sector pesquero es la única forma de asegurar que siga sustentando la producción de alimentos y los medios de vida para las generaciones actuales y venideras”.
Los medios de vida costeros están en peligro por el envejecimiento de la mano de obra y la pérdida de puestos de trabajo
La pesca en el Mediterráneo y Mar Negro genera unos ingresos anuales de 2 900 millones de USD, así como una cifra estimada de medio millón de puestos de trabajo a lo largo de la cadena de valor. Un promedio de uno de cada 1 000 residentes costeros en la región trabaja en la pesca y en algunas zonas costeras esa cifra puede ser hasta 10 veces mayor.
Sin embargo, la mano de obra está envejeciendo. En 2020, más de la mitad de la totalidad de tripulantes superaba los 40 años, mientras que solo un 10 % tenían menos de 25 años. Según los datos más recientes del informe, esta tendencia está empeorando.
Las pesquerías en pequeña escala representan el 82 % de las embarcaciones y el 59 % de los puestos de trabajo. Asimismo, dan empleo al número más alto de jóvenes, pero los salarios de los pescadores en pequeña escala son normalmente inferiores a la mitad de los de los pescadores en flotas industriales.
La CGPM está formada por 23 Estados miembros y su principal objetivo es garantizar la conservación y el uso sostenible de los recursos marinos vivos, así como el desarrollo sostenible de la acuicultura.