En el marco del Día de la Industria Naval, celebrado el 12 de septiembre en la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Buenos Aires, autoridades, empresarios y referentes del sector se reunieron para analizar los desafíos y oportunidades que enfrenta la industria.
El evento fue un espacio clave para reflexionar sobre el futuro de la construcción naval en Argentina, destacando la necesidad de un marco normativo justo y mayor cooperación entre el sector público y privado.
Encabezado por Marcos De Monte, presidente de la Federación de la Industria Naval Argentina (FINA); Sandra Cipolla, presidenta de la Asociación Bonaerense de la Industria Naval (ABIN); y el Ingeniero Alejandro Martínez, decano de la Facultad de Ingeniería de la UBA, el evento reunió a autoridades, empresarios, académicos y trabajadores vinculados a la industria.
Los referentes máximos de la industria naval, De Monte y Cipolla, coincidieron en criticar la vigencia de la resolución de 1994 que permite todavía la importación de buques usados, la contratación directa para la construcción de 12 remolcadores para la Armada, que debió haberse realizado mediante una licitación y , fundamentalmente, en reclamar el apoyo y fomento del Estado para un sector al que no por casualidad, se denomina “industria de industrias”.
El Ingeniero Alejandro Martínez inició la jornada con un discurso en el que resaltó las virtudes de la educación pública y gratuita, al tiempo que lamentó los problemas financieros que enfrenta la UBA. Martínez destacó los logros de la Facultad de Ingeniería y las iniciativas que vinculan a los estudiantes con los desafíos reales de las empresas. Al referirse a la celebración, expresó: “Es un orgullo para nosotros celebrar en esta casa de estudios el Día de la Industria Naval”. Además, adelantó un proyecto innovador: “Tenemos un proyecto de una carrera de ingeniería oceánica, porque es increíble que este país no tenga una carrera de ingeniería oceánica”, subrayando la relevancia de los recursos marítimos de Argentina.
El presidente de FINA, Marcos De Monte, ofreció un análisis profundo de la situación actual de la industria naval, subrayando tanto los avances como los desafíos que enfrenta. “Es un día propicio para hacer un balance de los avances, pero mi primera conclusión es preocupante”, afirmó, en referencia a la vigencia de la resolución 909/94, que permite la importación de buques usados. “Estamos lidiando con un hecho desleal para la industria”, sentenció.
De Monte destacó la capacidad de resiliencia de la industria naval argentina, que a pesar de las dificultades económicas, ha logrado mantenerse en pie con importantes inversiones. Sin embargo, insistió en la necesidad de debatir el marco normativo actual para ofrecer mayor previsibilidad al sector. “Queremos competir, pero con reglas claras, como se hace en otras regiones del mundo”, subrayó.
Otro punto crítico del discurso del presidente de FINA fue la denuncia de las distorsiones provocadas por las contrataciones directas interadministrativas del Estado. De Monte señaló que estas prácticas han castigado a las empresas privadas y al mercado productivo en su conjunto, poniendo como ejemplo la contratación directa de 12 buques en el año 2001, por parte del Ministerio de Defensa, a valores superiores a los del mercado. También mencionó que se sigue de cerca el proceso de renovación de la flota de la Prefectura Naval Argentina.
De Monte no esquivó el análisis del contexto macroeconómico. Hizo referencia a las dificultades que enfrenta la industria para importar insumos debido a la inflación y a los elevados precios, lo que, según él, ha afectado especialmente a las pequeñas y medianas empresas (PyMEs). “Las PyMEs son el motor de la economía, pero estamos en una situación crítica”, alertó, al tiempo que reclamó la eliminación de trabas burocráticas y la simplificación de procesos para agilizar la producción en los astilleros. Asimismo, pidió un debate abierto y transparente para mejorar la competitividad, teniendo en cuenta la erosión salarial que ha sufrido el sector debido a la inflación.
En otro tramo de su intervención, De Monte hizo un llamado a los trabajadores de la industria naval, reconociendo su esfuerzo y compromiso. “No hay industria naval sin ustedes”, afirmó, destacando la importancia de que los técnicos e ingenieros del sector estén bien remunerados y capacitados. Además, remarcó la necesidad de trabajar en conjunto con los armadores, los clientes naturales de la industria, para encontrar soluciones a los problemas comunes. “Queremos profundizar esta relación y dar juntos respuesta a las problemáticas del sector”, afirmó.
Finalmente, De Monte cerró su discurso refiriéndose al compromiso inquebrantable de la industria naval argentina, que continúa trabajando y produciendo a pesar de las adversidades. Como ejemplo, mencionó la próxima botadura de un barco en el Astillero Contessi, que se llevará a cabo el lunes 16 de septiembre, lo que representa un símbolo de la capacidad y resiliencia de la industria.
La presidenta de ABIN, Sandra Cipolla, cerró el encuentro y destacó la necesidad de políticas de largo plazo: “Seguimos hablando de falta de políticas para el desarrollo de la producción nacional en nuestra industria. Bregamos y seguiremos bregando por una industria naval potente y pujante, porque hemos demostrado nuestras capacidades”. También sostuvo la importancia de la articulación público-privada como pilares para el éxito de la industria naval. “Seguimos convencidos de por dónde pasa el desarrollo; claramente es capital, trabajo y articulación público-privada”, sentenció.
La presidenta de ABIN, Sandra Cipolla, se refirió al futuro de las PyMEs del sector. “La importación de buques usados va a limitar a los jóvenes estudiantes; si se importan buques usados, le tenemos que decir a los jóvenes que realmente no van a diseñar, no van a crear y no van a construir”, expresó, destacando el impacto negativo de la resolución 909/94 en la formación de nuevos profesionales.
Por otro lado, la presidenta de ABIN habló sobre el “Estado armador” y puso en valor el trabajo conjunto con la Armada y Prefectura, a quienes agradeció “enormemente” por el compromiso en la articulación de cara al desarrollo de la industria.
Cipolla también enfatizó la importancia de aumentar las licitaciones públicas para promover la transparencia y el crecimiento del sector. “Las licitaciones públicas nos permiten, como privados, desarrollarnos, crecer y contratar ingenieros e ingenieras navales”, afirmó. Además, resaltó la relevancia de desarrollar una vía navegable troncal que favorezca los intereses argentinos y la construcción del Canal Magdalena como proyectos clave no solo de soberanía, sino también de desarrollo industrial.
El acto contó con la presencia de diversas personalidades, entre ellas, el Contraalmirante Néstor Darío Peretti, en representación del Estado Mayor de la Armada Argentina; el Prefecto General Carlos Alberto Villarreal, Director General de Seguridad de la Prefectura Naval Argentina; la Diputada Nacional por Tierra del Fuego, Carolina Yutrovic; el presidente del Puerto de La Plata, José María Lojo; y la presidenta del Puerto de Quequén, María Jimena López y el secretario general del Sindicato Argentino de Obreros Navales (SAON), Juan Speroni. También asistieron representantes del gobierno nacional y provincial, cámaras empresariales, organizaciones sindicales, y directivos de empresas.
La celebración del Día de la Industria Naval fue un espacio de reflexión y proyección, en el que los principales actores del sector remarcaron la importancia de un marco normativo justo, una competencia leal y una colaboración eficaz entre el Estado, los empresarios y los trabajadores para asegurar un futuro próspero para la industria naval argentina.