El futuro del astillero TANDANOR se encuentra rodeado de incertidumbre. A la decisión del Gobierno Nacional de avanzar con su privatización, se suma la paralización o el casi nulo avance en los contratos que actualmente mantiene con la Armada Argentina. Una de las últimas novedades sería la posibilidad de que la fuerza naval tome una decisión tajante en cuanto a la relación contractual que mantiene con el astillero. Además de la resolución emanada del Poder Ejecutivo respecto a la privatización, una serie de programas de construcción naval muestran nulos o, en el mejor de los casos, magros avances.
Otro proyecto que tampoco muestra avances es el diseño y la futura construcción de un buque polar para la Armada Argentina, con el objetivo de reemplazar al ARA Bahía Paraíso y complementar al rompehielos ARA Almirante Irízar. Sin embargo, los avances durante el último año han sido inexistentes. Hasta la fecha, el proyecto del buque polar avanzó hasta la aprobación de las fases de diseño 1 y 2, con la presentación de los respectivos planos. A estas debieron seguir las fases de diseño 3 y 4, que no se realizaron debido a la falta de pagos a la empresa finlandesa, en una inversión estimada en un millón y medio de dólares.
Los ejemplos previamente citados sobre la actualidad de TANDANOR, sumados a la decisión del Gobierno Nacional de avanzar en su privatización, habrían llevado a las autoridades de la Armada Argentina a considerar la terminación de la relación contractual con el astillero. Esto añade un nuevo manto de incertidumbre sobre su futuro y los proyectos en curso para equipar a la fuerza.