En Mar del Plata lo impulsan las empresas de servicios y el SUPA se puso al frente del reclamo. Sostienen que sesenta barcos estarán cuatro meses operando desde puertos patagónicos y repercute en el trabajo de cuatrocientos trabajadores. Reunión con el Consorcio para presentar el problema.
El Sindicato Único de Portuarios Argentinos en Mar del Plata hizo números y expuso el problema que genera para unos 400 estibadores la migración de barcos fresqueros hacia aguas patagónicas donde participarán de la zafra del langostino y desembarcarán en puertos de Chubut.
“A un promedio de 2 mil cajones son 120 mil cajones de pescado por marea que ya no moveremos por los próximos cuatro meses. Esto pone el servicio al borde del abismo”, reconoció Carlos Mezzamico, dirigente del SUPA.
El Secretario General del gremio impulsó días pasados una asamblea en “Puerto Piojo”, sobre el muelle 10, donde informó a los estibadores del planteo qué harán ante las empresas a través de las autoridades del Consorcio Portuario.
En el puerto trabajan 17 empresas de servicios de estiba. Sola una cuenta con personal bajo relación de dependencia. Las otras las conforman socios de cooperativas. Algunas operan en ambas ramas: congelado y fresco, lo que las ayuda a transitar mejor este período de poco trabajo.
Indudablemente Mezzamico se mueve con el respaldo de las empresas de servicios y las cámaras que las agrupan. En el sector aseguran que ya no pueden mantener los costos fijos que implica sostener las coberturas de obra social y monotributo a sus asociados.
“Se paga entre 18 y 23 mil pesos mensuales por asociado, depende la obra social”, revelan en el sindicato. A ese número le suman el alquiler de las máquinas, oficinas y canon de habilitación en el consorcio.
“Este quiebre en la actividad genera muchos problemas. Buscamos una compensación y creo que la podemos tener si logramos sentarnos las tres patas: estado, empresas y trabajadores”, puntualizó Mezzamico.
Con las autoridades del Consorcio se reunieron a los pocos días de la asamblea en el muelle 10. “Planteó el problema y quedamos en tramitar un encuentro”, dijo Gabriel Felizia ante la consulta de este medio.
En la administración portuaria entienden que no hay muchas posibilidades de que prospere, aunque se mostraron esperanzados en que haya más trabajo con los barcos que se quedan. Hay reiterados pedidos de algunos armadores al Consejo Federal Pesquero para recibir cuota social de merluza. Se esperanzan con que ese recurso pueda atemperar en parte la falta de trabajo.
Mezzamico destacó que se haya podido mantener la continuidad del servicio aún en los momentos más complicados de la pandemia. “Eso fue posible porque decidimos junto con las empresas de servicio tener una cobertura que no tiene ningún otro puerto en Argentina: doble hisopado, lunes y jueves para los que entran a trabajar en el muelle del congelado. Eso tiene un costo, es una inversión importante que permite saber cómo estamos y trabajar con más tranquilidad”.
fuente revista puerto