A casi un año de que la gente de mar lograra incorporar el acceso obligatorio a Internet en el derecho internacional en nuestro país va lenta la cosa.

En Argentina un gran número de trabajadores Marítimos que desempeñan sus labores en el pabellón Nacional de buques pesqueros, aún no tienen llegada a este sistema de comunicación tan importante, a pesar de que los buques ya cuentan con la tecnología necesaria para brindar acceso a Internet, los armadores se resistieron a este cambio, en muchos casos negando el servicio , en otros defendiendo la limitación del acceso y en algunos casos cobrar a la gente de mar.

Al parecer los presos tienen mas derechos en la comunicación que los trabajadores marítimos para el gobierno Nacional.

Durante el periodo de pandemia mas precisamente en Marzo de 2020, el gobierno emitió un protocolo para las cárceles que incluso al día de hoy sigue el uso de celulares, el cual consiste en lo siguiente:

El protocolo fue implementado en marzo de 2020 durante la pandemia por una decisión del máximo tribunal penal de la Provincia, que ordenó habilitar los celulares luego de que se restringieran las visitas para evitar los contagios en las cárceles. 

En el texto afirman que el protocolo llevado a cabo tenía “pautas rigurosas de uso”, que restringían el uso de los celulares a las actividades educativas a distancia y a los contactos familiares. 

Además se estableció un Registro de celulares que identifica a cada usuario, delimita los ámbitos habilitados para el uso de telefonía celular y prohíbe las redes sociales (exceptuando Whatsapp).

En enero del 2022 El Ente Nacional de Comunicaciones (ENaCom) aprobó un programa de $ 1.000 millones para dar conectividad a las cárceles, en un plazo de dos años, para que los presos puedan participar de audiencias con la Justicia, capacitarse y tener “contacto con familiares y allegados a través de plataformas virtuales”, según figura en la Resolución 2183, publicada en el Boletín Oficial.

La pesca en tiempos de pandemia fue seleccionada entre el grupo de trabajadores esenciales, pero en ningún momento se les ocurrió brindar un mismo protocolo para los trabajadores y trabajadoras Marítimos en cual sea obligatorio brindar el servicio de internet a bordo mas en un panorama tan preocupante para los marítimos, que dejaban a sus familias en tierra con los peligros de una pandemia tan devastadora.

Con esto queda demostrado que los trabajadores marítimos primer eslabón en la cadena productiva pesquera no son tenidos en cuenta por la política, quienes deben velar por la salud física y mental de los mismos.

Arduo es el trabajo de los gremios marítimos sobre el tema pero desde las autoridades máximas pocas son las respuestas :

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El derecho a internet a bordo, enmienda incluida en el Convenio sobre el trabajo marítimo.

El Grupo de Representantes de la Gente de Mar ha logrado, el Comité Tripartito Especial (STC) celebrada el 13 de mayo del 2022 en Ginebra, un acuerdo sobre una serie de enmiendas al Convenio sobre el trabajo marítimo (MLC) de 2006, entre ellas la obligación de los empleadores marítimos de proporcionar acceso a sus tripulantes a los medios de comunicación social —incluido el acceso a Internet—. Sin embargo, se sienten decepcionados por la posibilidad de que los armadores y los gobiernos pretendan cobrar por ese acceso.

El MLC es un tratado internacional diseñado para proteger los derechos de la gente de mar que ha sido ratificado por más de 100 países, que representan más del 90 % de la flota mundial. Mark Dickinson, vicepresidente de la Sección de Gente de Mar de la Federación Internacional de los Trabajadores del Transporte (ITF), vicepresidente del STC y portavoz del Grupo de Representantes de la Gente de Mar, explica que “durante la pandemia de COVID-19 aprendimos mucho, y eso nos ha impulsado a mejorar el MLC”, y “trabajar en el mar durante largos periodos puede hacer que uno se sienta aislado y la falta de contacto con el mundo exterior puede tener serias repercusiones para el bienestar de la gente de mar, tal como vimos en su peor expresión durante la pandemia”.

En este sentido reconoce que “poder mantener el contacto con la familia y las amistades no es solo algo deseable, sino también un derecho humano básico”. En este sentido ITF reconoce que a pesar de que los buques ya cuentan con la tecnología necesaria para brindar acceso a Internet, los armadores se resistieron a este cambio, defendiendo la limitación del acceso y cobrar a la gente de mar por la conectividad a Internet. El Grupo de Representantes de la Gente de Mar ejerció presión para garantizar que todo cargo que pudiera aplicarse a la gente de mar se considerara una excepción y que, en caso de imponerse cargos, estos fueran razonables. También se alentó a los Gobiernos a aumentar el acceso a Internet en los puertos y fondeaderos asociados sin costo para el personal marítimo.

Por pablo fernández