El exsecretario general del SOMU brindó una entrevista a Mundo Gremial donde hizo un repaso de las causas judiciales, acusó al macrismo de persecución y a la actual conducción de vaciar el gremio. También contó cómo son sus días hoy.
Con prisión domiciliaria, aunque con permiso para circular hasta 100 kilómetros a la redonda con su tobillera electrónica puesta, el otrora mandamás del Sindicato Obreros Marítimos Unidos (SOMU) pasa sus días entre la Capital y su tierra natal correntina, Monte Caseros. Pivotea de la ciudad de Buenos Aires a Corrientes con permiso del Tribunal Oral Federal N°4: cuenta que los días que pasa allá rodeado de naturaleza hace de todo: pesca, corta el pasto, cocina, anda a caballo, pinta y acondiciona la casa, “soy un marinero”, concluye Omar “Caballo” Suárez en su diálogo con Mundo Gremial.
En su rutina porteña, la que va de lunes a viernes, dice que todas las mañanas se levanta a las seis y a la media hora con su hija más pequeña de 7 años a la que lleva al colegio para luego alcanzar a su señora a la escribanía. “Pasé cuatro años sin mi hija y ahora nos encontramos de vuelta”, dice con una mezcla de resentimiento y bronca. Los fines de semana se acopla a su familia su primera hija, estudiante de segundo año de medicina.
—A fin de año y según lo que le pase con la pandemia, habrá elecciones en el SOMU, ¿Usted se va a presentar?
—Sí.
—Y, ¿qué expectativa tiene?
—Voy a ganar porque siempre tuve un gremio 5 estrellas.
—Usted está procesado por lo que le pregunto si el estatuto del SOMU dice algo respecto a si alguien en calidad de procesado se puede presentar a elecciones; digo esto porque hay sindicatos en los que se lo prohíbe expresamente…
—Decime vos una cosa: el presidente Macri ¿cómo llegó a la presidencia? Procesado, ¿no? Bueno, entonces si un presidente puede asumir procesado, ¿por qué yo no voy a poder asumir como secretario general? Yo estoy procesado y no condenado así que en algún momento el juez me va a tener que devolver la afiliación al gremio al que estoy afiliado hace 40 años.
—Más allá de esa apreciación, yo le pregunto si usted está habilitado a participar a nivel interno respecto al Estatuto…
—El Estatuto no dice nada de eso.
—A la situación judicial le agrego que usted fue expulsado del SOMU por una Asamblea General por lo que tampoco se podría presentar porque le sacaron la afiliación…
—Me expulsaron estando preso y sin derecho a defensa y ese es el error más grave que cometió la actual conducción; más allá de vaciar el gremio. Me tienen que restituir como lo restituyeron a Herme Juárez que estuvo preso conmigo; y como también ocurrió con Ángel García, de Seguridad: los expulsaron mal y el ministerio de Trabajo los restituyó y volvieron a la secretaría general. Violaron la ley 23.551. Nosotros fuimos con la escribana pública al sindicato y ¿sabés qué?: no están las actas de expulsión y tampoco están en el Ministerio; entonces yo no sé por qué me expulsaron…
—¿Cuénteme cómo ve la gestión actual en cabeza de Raúl Durdos?
—A Durdos lo inventé yo hace muchos años. Y se convirtió en la continuidad de Gladys González, Jorge Triaca y Mauricio Macri porque (todos ellos) se robaron todo. Actualmente no hay cobertura de obra social, lo que ya empezó con el cuñado de Rodolfo Canicoba Corral (NdR: refiere a Ramiro Tejada que fue el interventor de la obra social). Además, el patrimonio de la mutual está saqueado, y tanto la Fundación (Azul) como el buque escuela están abandonados. Los dirigentes están ganando de a millones. Nosotros tuvimos siempre banco Nación y Provincia y ellos pasaron todas las cuentas al Ciudad ¿Por qué?
—Pero, ¿usted sabe si las cuentas del gremio están en rojo?
—Me lo cuentan los afiliados porque desde la intervención no se hizo ni un asiento contable así que no hay balances ni nada. Y sin balances no se puede convocar a elecciones.
—También se decía que en los días previos a su detención, cuando era vox populi que iban por usted, usted quemó balances y documentación en la estancia de Puerto Madryn.
—No no no eso es mentira. Yo presenté 15 balances al Juzgado y he dejado una administración intachable con una caja a disposición del gremio por 25 millones de dólares.
—¿Cómo está el mapa político en el gremio en la actualidad? ¿Hay seccionales que le respondan a usted?
—Sí. Y si vamos a elecciones gano yo.
—Lo llevo al terreno judicial: ¿cuántas causas tiene actualmente?
—No tengo idea; son todas inventadas. Ninguna tiene sentido ni tienen pruebas. También te digo que los 70 testigos que están declarando son todos a favor a mío, desde la Prefectura hasta otros sindicatos y empresarios.
—¿Alguna causa se cerró entonces?
—Sí, en la de enriquecimiento ilícito ya me sobreseyeron y me devolvieron todos los bienes.
—Hablando de empresarios, cuando lo llevaron preso el sector empresario lo acusaba de negociar con la pistola arriba de la mesa…
—¿Dónde están las pruebas? Esos fueron los Lanata, Longobardi y Majul.
—Bueno, en uno de esos programas habló un empresario, del que no recuerdo el nombre, acusándolo de extorsión…
—Y ¿por qué no se presentó en el juzgado con pruebas? Vos te referís a Máximo Padilla, quien está en la causa acusado por falso testimonio y se murió.
—Según su visión entonces usted también fue víctima de la mesa judicial del macrismo…
—Exactamente; por eso soy querellante junto a Cristina Fernández de Kirchner. La intervención (del SOMU) le puso un abogado al empleado que me espiaba a mí acá en Ezeiza. Esa gente la manejaba (Daniel) Angelici y (Pepín) Rodríguez Simón; ambos mandados por (Silvia) Magdalani y (Gustavo) Arribas; de parte de Mauricio Macri.
—Pero, ¿por qué fueron contra usted?
—Porque le molestaba a Macri y al que fue al presidente de la Shell y luego ministro (de Energía), Aranguren.
—Sigo sin entender…
—Ellos no querían cumplir con los convenios colectivos nuestros. Ellos tenían barcos petroleros y nosotros teníamos un convenio muy bueno. Al otro día que asumieron vinieron por mí.
—También durante los primeros días en que cayó preso se empezaron a ventilar fotos de la finca de Puerto Madryn en la que se decía que solo era para escapadas íntimas suyas y de su grupo privando al afiliado ir a vacacionar allí…
—Ajá no me diga, y ¿quién dice eso? ¿Majul? ¿Lanata? ¿Longobardi? ¿Macri? ¿Tienen pruebas de lo que dicen?
—Bueno, así decían en sus denuncias…
—Dicen dicen… no hacemos nada con los dicen… esas 22.000 hectáreas son parte del patrimonio del SOMU. Y lo digo con orgullo porque la intervención lo quiso vender, pero no pudieron porque estaba prohibido hacerlo por 99 años por actas que firmamos. Eso sí, Macri, Triaca y González prendieron fuego el casco de la estancia para cobrar el seguro por un millón de dólares. Además, nosotros iniciamos contra ellos una denuncia por asociación ilícita.
—Y con el barco blanco de madera, ¿qué pasó?
—Era un hotel, lo prendieron fuego también y con eso se perdieron las 35 habitaciones para que utilizaran los afiliados.
—Le tomo que el gobierno anterior lo persiguió, entonces le pregunto por la gente que trabaja con usted en el gremio y lo denunció. Ellos eran afiliados también y no parte de Cambiemos…
—Durante 35 años trabajaron conmigo y los compraron los Macri y los Gladys González por una moneda. Se vendieron. (Alejandro) Giorgi quería ser secretario general, pero nunca pudo.
—¿A quiénes incluye que se hayan puesto al servicio de Macri?
—A Giorgi, Clemente, Vargas y Moreira.
—Como cierre le pregunto si tiene alguna autocrítica para hacerse…
—Haberlo traído a Giorgi cuando nadie en el gremio lo quería. Yo había trabajado con su papá, navegaba con él; padre e hijo eran del partido comunista y yo les decía a todos que eso a mí no me importaba. Giorgi ingresa al gremio porque había sufrido un accidente en un barco y luego de dos operaciones y recuperado del corazón le propuse que no se volviera a embarcar y viniera a trabajar al SOMU. Y fue ahí que lo mandé de delegado a Ushuaia donde me termina denunciando porque quería ser secretario general o adjunto cuando la lista lo llevaba a Vargas como secretario General y a Moreira de adjunto.
fuente mundo gremial
De Pablo Maradiel