Puerto Deseado,- Decenas de estibadores que se desempeñan en el puerto local mantienen cortada la Ruta 281 a la altura del acceso a la Gruta de Lourdes, a unos 13 kilómetros de esta ciudad, en reclamo de una mayor frecuencia en los arribos de barcos que operan sobre el langostino.
El corte de ruta es total para los camiones que traen materia prima o insumos para la industria pesquera, también para los que se desempeñan en la minera Cerro Moro, pero se habilita cada dos horas para dejar pasar a los vehículos particulares.
“Lamentablemente tuvimos que llegar a esta medida porque estamos pidiendo desde hace días la presencia del ministro de Trabajo, Teodoro Camino, de la ministra de la Producción, Silvina Córdoba y de la secretaria de Pesca, Lucrecia Bravo para que vengan a arreglar esta situación porque los barcos se están yendo a descargar en otros puertos y nosotros no tenemos trabajo, pero hasta el momento ninguno se hizo presente”, apuntó un estibador.
Aunque desde la administración portuaria confirmaron a Crónica que para las próximas horas está anunciado el ingreso de un total de 10 barcos con las bodegas repletas de langostino; pero los trabajadores argumentan que ese número no es suficiente trabajo para todos los estibadores.
“Nosotros estamos pidiendo que los barcos descarguen la mitad de las mareas por el puerto de Deseado, que el trabajo sea constante, pero los empresarios se hacen los desentendidos siendo que tienen la obligación de traer los barcos”, argumentó un referente gremial.
Si bien la medida intentó perjudicar a las empresas de manera directa, como siempre sucede en estos casos, los mayores perjudicados fueron los operarios que se desempeñan dentro de las plantas procesando materia prima. Se trata de un grupo de 600 personas que elaboran langostino fresco que llega a la localidad a través de camiones, y al no poder ingresar esos camiones a la localidad, los obreros que trabajan por producción se quedan sin trabajo.
Ayer al cierre de este envío y sin demasiados avances en la negociación, algunos operarios barajaban la posibilidad de reunirse y marchar hacia la ruta para pedir que la medida se levante para los camiones que ingresan con pescado fresco. “Ellos defienden su fuente de trabajo, me parece perfecto pero que sepan que el piquete nos está perjudicando a nosotros que tenemos solo dos meses de temporada fuerte”, indicó una obrera que faena en la Cooperativa El Mar Azul.
Con el transcurso de las horas la espera se convirtió en calvario para varios camioneros que se hallaban a la vera de la ruta.
“Aquí estamos a la intemperie, ¿por qué no hicieron el corte a la entrada del pueblo, cerca de una estación de servicio? Aquí no hay baño, ni lugar donde comprarse algo para comer. Hace dos días que vengo viajando, salí de Buenos Aires el martes y quiero por lo menos tomarme un café caliente y comer un sandwich” señaló Walter, un camionero que transportaba cartón para la empresa Argenova y quedó atrapado en el piquete.
Otro grupo afectado por el corte de ruta fue el de los mineros que trabajan en Cerro Moro; los trabajadores que viajaban hacia el yacimiento para reincorporarse luego de algunos días de descanso no pudieron salir de la localidad porque la Trafic que los transportaba no fue habilitada por los manifestantes.