El pasado 10 del corriente mes de octubre se dio por concluida la operatoria de la flota langostinera en aguas de jurisdicción nacional y comparativamente con la zafra del año anterior se observa un menor volumen de toneladas capturadas. La flota congeladora pescó menos, también la flota fresquera y eso se notó fuerte en las plantas de procesamiento.
Es cierto que la operatoria estuvo condicionada por una gran cantidad de días de mal tiempo, y el requisito de las 72 horas para los fresqueros volvió a ser tema de reclamo por parte de ese sector.
Las plantas en tierra, en Chubut, tuvieron menor cantidad de empleados contratados respecto a años anteriores, y es porque no hubo volumen sostenido de abastecimiento, por lo que se llamó a menos trabajadores de temporada, menos eventuales, y hasta se reprocesó langostino congelado que tenían en cámaras de frío.
De junio a octubre de 2022 se pescaron 121.539 toneladas de langostino y desde junio 2023 hasta el 10 de octubre del corriente se contabilizan desembarques de la especie Pleoticus muelleri por 104.169 toneladas, según los registros oficiales de descargas.
RETRACCIÓN DE LA DEMANDA
Ha terminado una zafra que dejó poco conformes a los diferentes actores que participan de la pesquería. Más allá de los volúmenes de captura, la situación de los mercados sigue siendo un tema de creciente preocupación.
El langostino entero congelado a bordo cuesta, cada vez más, colocarlo en los mercados tradicionales. Los comerciales de la industria pesquera exportadora leen que hay un cambio en el comportamiento de los consumidores, cambios en los hábitos de consumo. Ya no se compra la caja de dos kilos de langostino entero, en los niveles de demanda que ese producto tenía años atrás.
CAÍDA DEL CONSUMO
Observan que el consumidor opta por un producto con la menor cantidad de desechos que tener que manipular en su cocina o en plato, y en presentaciones diferentes, es decir, que tenga mayor valor añadido.
En este contexto, en España, reconocen que las nuevas generaciones consumen menor cantidad de pescados y mariscos, tal vez, no en los formatos que durante décadas se le ofreció al consumidor tradicional.
IMPACTO DEL VANNAMEI
Por otra parte, la influencia de un sustituto como el camarón de cultivo, enfrenta al Pleoticus muelleri, salvaje argentino, con el vannamei de Ecuador y Vietnam como un fuerte competidor a precios sensiblemente inferiores.
Los volúmenes de producción acuícola han sido altos, comparados con años inmediatos anteriores, por lo que la oferta se incrementó y con precios muy bajos al sopesarlos con el langostino capturado en Zona FAO 41.
Además, interpretan que la inflación europea y los coletazos que aún deja la guerra siguen siendo un factor que impacta en la retracción de los mercados.
SUBA DE COSTES INTERNOS
El panorama se complejiza aún más con el escenario incierto de la macro economía de Argentina, en pleno proceso electoral, cuando aún no se sabe quién ejercerá la presidencia a partir del 10 de diciembre. La brecha cambiaria en niveles históricos, con un retraso muy marcado con el tipo de cambio exportador y, la suba de los costos internos de producción, configuran un panorama difícil para la pesca.
El denominado Programa de Incentivo Exportador (PIE), o ‘dólar agro’ como se lo denominó, no tuvo los efectos esperados. No era una solución, pero parecía ser un alivio, que a la postre tampoco generó incidencia en la competitividad.
El beneficio resultó de ‘sumatoria cero’ ya que la industria pesquera debió liquidar ítems salariales a las tripulaciones de los barcos a un dólar diferencial cuando ni siquiera habían cobrado la exportación.
Por otro lado, el ‘dólar agro’ para las Economías Regionales, donde fueron añadidos productos pesqueros, en las primeras versiones del programa quedó sin efecto real ante la devaluación que se produjo tras las elecciones primarias de agosto pasado. Y, esa devaluación, tampoco sirvió al complejo exportador porque la suba de costos continuó siendo sostenida y licuó ese movimiento del tipo de cambio oficial.
SIN QUITA DE RETENCIONES
En pleno proceso electoral, durante el mes de septiembre, se anunciaba otra batería de medidas por parte del ministro de Economía y candidato presidencial Sergio Massa, eliminando las retenciones a las economías regionales.
Por Decreto N° 462/2023, se modificó los derechos de exportación de 371 posiciones arancelarias de la Nomenclatura Común del Mercosur vinculadas a citricultura, pesca y acuicultura, arroz, vitivinicultura, maní, tabaco y foresto industria. En realidad, de la pesca sólo se incluyó al ‘sábalo’, lo que fue leído por la industria pesquera exportadora casi como una tomada de pelo. Masticaron bronca, pero públicamente, no dijeron nada.
¿CUÁNTO MÁS SOPORTARÁ EL RECURSO?
La evaluación de resultados de una pesquería no se circunscribe a los volúmenes de captura en una temporada. Echando un vistazo de las dos últimas décadas, desde lo biológico el recurso ha mostrado crecientes y sostenidos niveles de abundancia, a pesar de la fenomenal presión a la que ha sido sometido con un ascendente incremento del esfuerzo pesquero tanto, en aguas nacionales, como en la jurisdicción provincial de Chubut, con las geométricas ampliaciones de bodega en el proceso de renovación de flota, e incorporación irregular de barcos por la ventana, sin historial, blanqueados con la última Ley de Pesca.
Se violaron principios básicos de la actividad como otorgarles un permiso irrestricto provincial a barcos reformulados que ya utilizaron su historial de captura. Una vergüenza.
Los permisos experimentales VACOPA transformados en históricos de pleno derecho, de un solo plumazo, otra afrenta a un sector que se ha caracterizado por rezongar en privado y aplaudir en público, que los ha transformado en cómplices, o cuanto menos, en ‘silencio complacientes’.
A pesar de los brutales excesos de las administraciones pesqueras, el recurso respondió con niveles que superan las 200 mil toneladas anuales. Esos volúmenes de captura, como las 90 mil toneladas pescadas en Chubut de la última zafra, han sido los que han permitido esconder bastante basura bajo la alfombra a lo largo de estos años.
En la primera semana de noviembre se hará una prospección de langostino en aguas de Chubut, con la intención de abrir el caladero a mediados de ese mes; según refieren desde la flota amarilla, sector que hoy conduce la Secretaría de Pesca.
El nuevo Gobierno provincial electo ‘promete’ revocar los tres nuevos permisos creados, destinados a plantas de procesamiento, entregados bajo un manto de sospecha y escasa transparencia. Y, hasta dicen que, revisarán todos los aspectos irregulares de la ley. ¿Incluidos los VACOPA?
Parece que no.
“Para conocer a un rengo, hay que verlo andar”, refiere una máxima que le atribuyen a un ex presidente Argentino del Siglo XX.
Fuente parte de pesca